Antes de tiempo by Marcos Bueno

autor:Marcos Bueno [Bueno, Marcos]
La lengua: spa
Format: epub
publicado: 2023-05-31T11:23:42+00:00

Capítulo 14

Se respira un ambiente más animado de lo normal en la cantina. No sé si es porque ha terminado el comité, porque es viernes o porque han incluido lasaña en el menú, pero todo el mundo charla a viva voz en sus mesas. Varias personas, que al parecer conocí en la fiesta de Violeta, aunque no las recuerdo en absoluto, hablan conmigo mientras espero a ser servido y me desean suerte con la campaña de Emma. Les sonrío, agradecido, y luego me dispongo a tomar asiento junto a las chicas, pero nos damos cuenta de que falta una silla para mí. Violeta, que tiene su plato a medio terminar, se levanta de pronto y dice:

—Tranquilo. En serio, apenas tengo hambre. —Y, retirando la bandeja, termina de excusarse—: Así aprovecho y voy lavándome los dientes.

Violeta desaparece de la cantina y yo ocupo su lugar frente a Elisa y Jess con cara de circunstancias. Cuando me fijo en sus rostros, confirmo que algo no anda bien.

—Perdonad si os he interrumpido… —me disculpo—. No me importa comer en otro sitio, no pasa nada.

—No, Leo —dice Elisa, que intenta sonreír tímidamente. Sin embargo, su expresión de disgusto es más visible que sus esfuerzos por tratar de ocultarla—. Quédate.

Jessica le coge la mano a Elisa y enrosca los dedos alrededor de su anillo, que tiene la forma de una espiral y está hecho de un plástico verde.

—Oye, maja, ya decía yo que no encontraba mi anillo de la suerte… —comenta, irónica, intentando animarla—. Que lo gané en una caseta de las fiestas de mi pueblo. ¡Vale millones!

Elisa se ríe, con los ojos vidriosos.

—Pues sí que me está dando suerte, sí…

—Bueno, es que sus poderes tardan un poco en activarse.

—Elisa —intervengo, tratando de ser lo más delicado posible—, no tienes por qué decirme lo que te ocurre, pero si necesitas hablar en algún momento, que sepas que puedes contar conmigo.

A pesar del poco tiempo que he podido compartir con Elisa, tanto dentro como fuera de la empresa, tengo la sensación de que, si nos hubiéramos conocido en otro lugar, quizá en el instituto, podríamos haber sido buenos amigos. Su dulzura e introversión contrastan mucho con la positividad de Jessica y el descaro de Violeta, y las tres dan forma a las aristas de un triángulo que, al menos hasta el momento, parecía mantenerlas en perfecto equilibrio.

—Muchas gracias, Leo. Lo cierto es que se me hace un poco raro que a estas alturas, y más después de lo que nos contaste el otro día, no sepas… —Coge la lata de limonada de su bandeja y le da un par de vueltas, como si estuviera oxigenándola—. Bueno… la situación, supongo.

—Si quieres, puedo hacerle un resumen —propone Jessica.

Elisa mira hacia el otro lado de la mesa, donde el resto de la gente parece sumida en sus propias conversaciones, da un sorbo a su bebida y asiente.

—Pero baja el volumen, que, si me descuido, te escucha toda la oficina.

Y lo que me cuenta Jess es algo muy distinto a lo que yo esperaba, lo cual, desde que estoy en esta empresa, no debería sorprenderme.

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